18.9.06

El futuro se abre ante ti

El futuro se abre ante ti .
El futuro no se cierra ante ti.
El futuro está abierto.
Hay aire para respirar y vivir.
Expande tu mente.
Hay un mundo de posibilidades.
El tiempo pasa rápido, lo sé,
parece que se agota. Más rápido
que nunca.

Estar abocado a la inercia mortuoria.
Sin aprovechar los momentos libres, en blanco.

Pensar que las cosas podrían cambiar,
ser de otro modo.Cuál. Tuya es la
elección, no tengas miedo y prueba
nuevos modos, tus atrofiadas manos
y palabras han de desgastarse en
infinitos nuevos intentos.

El Oráculo

Llorica se acercó al Oráculo en busca de una respuesta o quizá esperando una preciada dosis de compasión ajena que le tranquilizara y anestesiara...y éste habló:

"Aquí no queremos mariconas ni mamarrachos. A llorar, a su puta casa. Cada uno que se gestione sus residuos. Que no esperen venir a lloriqueranos, a recibir nuetra compasión o unas palmaditas de ánimo en la espalda. No. Aquí sólo queremos hombres y mujeres decididos, con las cosas claras, de hechos. Acción directa es lo que queremos. No improductivas penas inacabables. No vamos a ser tu psicólogo hijo de puta, ni un alma caritativa que enjugue tus putas lágrimas de nena llorona. Será mejor que recapacites y te lances a hacer lo que nunca hiciste, la causa de tu penita pena. Cada uno ya tiene bastante con lo suyo como para que vengas a amargarnos el día. ¿Para lo bueno y para lo malo?, ja, ven sólo para lo bueno, que de malo, ya cada uno tiene lo suyo."

Llorica se quedó totalmente cortado por la respuesta, asombrado por la humanidad del Oráculo, y pensó para sus adentros "menudo hijo de puta está hecho"...sorbió sus mocos, retuvo una incipiente lagrimita y prosiguió su camino entendiendo que debía ser duro como carne de pescuezo y usar sus manos para algo más que pelársela.

16.9.06

Putos coches


Hoy he salido a hacer footing. Me gusta este deporte, me hace sentir vivo y aumenta mi agilidad motora.
Las conexiones neuronales fosilizadas parecen ser desincrustadas de la obstrucción y efluvios de corriente bioquímica las atraviesan.
Después de correr me siento más fresco, al tiempo que cansado, y puedo pensar con más claridad. Sé que también es la acción del oxígeno insuflado a olvidadas zonas de mi cerebro, a puntos algo dejados de la mano de dios que resucitan en ese cementerio neuronal. Llegando hasta ignotos (esta palabra es de reciente descubrimiento) callejones de mi materia gris. Filtrándose hasta recónditos lugares donde habitan células aquejadas de inanición.

Durante el trayecto he inhalado el humo de un coche, el de una moto, que por el ruido de su tubo de escape diría que estaba trucada, y el de un motor de iluminación.
Ha sido mara-vi-llo-so.
Y entre tosidos, cof cof cof, he intentado expeler el contenido tóxico que invadía mi organismo. Cosa que no ha resultado totalmente eficaz.

Me pregunto de qué forma esto incide en mi sistema nervioso central, entre todo tipo de agresiones externas que contribuyen a la degradación cerebral antes de la cuenta. A veces noto que algo no funciona bien en mi cabeza, que no todas las piezas y engranajes de mi máquina pensante y sintiente están bien engrasados, algunas chirrían, se oyen voces discordantes. Voces que no son de otros, voces que son mías, me pertenecen, o yo les pertenezco a ellas...

En ese momento he sentido odio a los coches y demás vehículos motorizados.
A veces he soñado con destruirlos a golpes, con piedras y palos, y después quemarlos...en una fiesta de fuego y violencia... con los ojos centelleantes de emoción ante tamaño espectáculo.
Paradójico porque conseguiría un efecto indeseable que sería más contaminación. Nunca se dijo que los seres humanos no fueran contradictorios. Y de todos modos los sueños, sueños son...

Motor de hidrógeno o aceite ya!! ostia ya!!

P.D.: hoy he tenido suerte dentro de lo que cabe, he inhalado menos humo que otras veces. Los días de mucho tráfico son insoportables.

13.9.06

Miedo



El miedo es la causa de tanto dolor.

Y la agresión.

Porque el miedo reprime, el miedo reprime...

Dolor que se vuelve asepsia.

Con el miedo te agredes a ti mismo
y limitas el cauce de tu libertad, de tu felicidad.

El miedo es agredirse a sí mismo.

Él corta tus alas, amputa tus sueños, frena los vientos de libertad...
Fabrica robots.
Agarrota tus músculos y tendones, tu cerebro, tu pecho. Reseca tu calavera.

El miedo es la causa de tanto malestar, es la causa de una vida no aprovechada, pseudovida, ¡la vida de una lombriz!


El miedo
arrebataba sus vidas...viviendo un sucedáneo de existencia mediocre y patético.

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8.9.06

Pornografía o sodomía extrema


Le introdujo su enorme trabuco por el culo sin piedad. Subiendo y bajando a una velocidad vertiginosa. Deslizándose, resbalando por su recto. Aparecía y desaparecía como por arte de magia en una coreografía precisa y mecánica, repasando su superficie cilíndrica por el anillo profanado, una y otra vez en a penas unas fracciones de segundo. Era una danza infernal de fricción y sudor en la que con cada embestida su cuerpo retumbaba con violencia.
Ella reprimía su agonía, en aras de alcanzar su sueño: ser una reconocida actriz porno y bañarse en loor de masturbaciones. Sabía que alcanzar el estrellato no era cosa fácil, regalada; no era un camino de rosas sino todo lo contrario, un camino de falos espinosos. Aunque a ella le gustaban, después de todo era mujer. Los asía, sobaba, lamía, jugueteaba con ellos… Sabía que llegar a la cima costaba lo suyo, vaya que sí, mucho esfuerzo y constancia, y pomada anti-inflamatoria.
Trataba de tapar su martirio, fingiendo gemidos de placer que no obstante la delataban.
Sentía que algo estaba a punto de explotar en su vida. Joder, era su anillo encendido, encarnado al rojo el que iba a estallar, pese a la ingente lubricación.
Sus condiciones laborales eran pésimas. Y en bastantes ocasiones había tenido que tragar de todo. Nunca dicho más literal.
Si ella hubiera elegido libremente para sí ese tipo de relación no habría problema, nada que objetar. Pero el caso es que ella estaba siendo coaccionada, acostumbrada a esa situación. Normalizada y no cuestionada. Anteriormente en algún atisbo de lucidez ella lo había sospechado, pero la promesa de la fama y la fragancia de billetes verdes la habían cegado.
Él la trataba a su antojo. Como un pedazo de animal al que reventar y sacar provecho. Para él no tenía mucha diferencia con una de esas muñecas hinchables, sólo que esta era mejor, respiraba y desprendía calor; era de carne.
Él aplicaba a su tarea los principios fordistas sin saberlo, incrustados en su conducta, para lograr la máxima eficacia y rendimiento, la máxima potencia sexual. Más, más y más era su ovejetivo.
Ya me hubiera gustado verle a él sodomizado por una dura porra a ver que le parecía.
Pero así eran las directrices de la industria. Por no hablar de la originalidad de los diálogos.
Los pornófilos virtuales contribuían a su desarrollo y proliferación, embruteciendo su criterio con respecto al erotismo, alienándose, e inoculando bazofia en sus cerebros.
De nuevo el capitalismo había vencido. También se había filtrado por este hueco. Un hueco que recordaba a un enorme ojete rojo y profanado.

(Tal vez era una cuestión de abrir su mente, de expandir su culo hacia nuevos horizontes.)