Su locura era un foco de infecciones
anidando en su cabeza y actos,
conquistando organismos susceptibles de infección,
multiplicando las cepas por doquier.
Eran ideas que se contagiaban y
propagaban la locura
cual epidemia peligrosa para el Poder.
La vacuna era la represión
y los narcóticos sabiamente
administrados, en dosis pequeñas
pero constantes, casi imperceptibles,
hasta ir aumentando la tolerancia...
2.6.06
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