18.1.07

Preguntarse y tal

Uno que se hizo una serie de preguntas más o menos sesudas, aquí os dejo el borrador inacabado y también invito a contestarse quien quiera:

1-¿Quién no se pregunta, está vivo?
Quien nunca se pregunta nada es lo mismo que intelectualmente estar muerto. Siempre se ha relacionado la capacidad intelectual con el hecho de hacerse preguntas, hablamos de una capacidad creativa y reflexiva y no del mero cálculo o acumulación de datos que bien puede hacer un ordenador.
Personas que no se preguntan: asumen la vida que le viene dada, las opciones comunes que le son presentadas. Las acogen y aprenden, las aplican en su vida y las siguen tranquila y sumisamente. Se trata de una actitud de asunción, adaptación, absorción de lo dado. No construyen, no crean, no destruyen... reproducen. Ejecutan las conductas aprendidas.
Nos recuerda al funcionamiento de las máquinas, programadas para ejecutar unas determinadas tareas. Tal vez sea exagerado pero no desacertado.
O a los animales que viven según determina su genética y adaptándose a los imperativos del entorno para sobrevivir.
Tal vez lo que diferencia a los humanos del resto de animales sea su capacidad creativa y de cuestionarse. La base, el fundamento de la creación ¿no es la pregunta, el interrogante? (aunque a veces la creación artística más plástica recurre al impulso como mayor fuente de inspiración).
La vida se asocia a movimiento, a acción, por tanto quien no se pregunta y sólo ejecuta un guión, unas coordenadas prefijadas, no tiene movimiento/vida dentro de su cabeza. Su cabeza sería un estanque de agua putrefacta poco oxigenada y reciclada comparado con la de otro ser que se pregunta, que sería un río con aguas que corren, chocan y giran o un mar con oleaje y corrientes.

2-¿Para qué sirve preguntarse, cuestionarse?
Así a grosso modo y bote pronto se me ocurre:
Preguntarse sirve para tener vida intelectual y así mismo esto repercute en mayor intensidad y diversidad de emociones (siempre que esta vida intelectual no suponga una torre de marfil y sea práctica y pegada a la realidad).
Sirve para dejar caminos viejos, comenzar otros nuevos.
Es la base del cambio.
Sirve para destruir y/o crear lo que sea, ideas, costumbres, conductas, maneras de ver o hacer, objetos, relaciones...
Sirve para poner delante de sí más opciones y para desarrollar un criterio de selección, por tanto para ejercitar la libertad de escoger.
Sirve para conducir la propia vida por caminos más apetecibles o personales, o al menos para evitar otros.
Sirve para desarrollar la mente, la capacidad de razonar, de conocer, tener un paladar más amplio en cuanto a todo tipo de experiencias y conocimientos.
Sirve para perfilar al principio toscamente los contornos de la propia vida.

3-¿Nos diferencia eso de otros animales, de los esclavos, de los robots?
En la pregunta 1 ya he contestado vagamente a esta pregunta.

En una escala de más libres a menos libres estaría primero el hombre libre, luego el esclavo (de su ignorancia, porque puede que haya presos mucho más libres por dentro que 'hombres libres'), el animal y por último el robot, que es un ente ajeno a la vida pero ha sido utilizado en la comparación.

4-¿Cuestionarse supone la posibilidad de cambiar de ruta, hacer elecciones, poner en marcha el libre albedrío?
Lo que está claro es que en toda toma de decisiones tienen cabida reflexiones y cuestionamientos para barajar las posibilidades, pros y contras así como otras consideraciones y complejos factores que intervienen de la cognición humana. En este discurrir de la mente, este discurso interior lleno de contradicciones y más o menos enrevesado se manifiestan los problemas o dudas en forma de preguntas. Forma primaria de cualquier diálogo interno o pensamiento que sea crítico y no meramente doctrinal y repetitivo. Estamos hablando de actividad genuina del individuo, no de calcomanía. Éstas aparecen intercaladas como un rosario y van desarrollando el discurso, abriendo nuevos caminos o inesperados giros.

5-¿Cuestionarse es sólo cuestión de determinadas profesiones como científico, filósofo, profesor...?
Aquí se hace referencia a un problema actual como es la aparente cada vez mayor especialización de la gente en sus correspondientes disciplinas o trabajos en detrimento de un conocimiento global y transversal de la realidad y el saber humano. Creándose así una gran masa de tontos sabios, gente que sabe mucho de lo suyo pero nada en general, estando ciego para opinar o versar sobre otros asuntos o comprender mínimamente otras situaciones ajenas a su saber limitado y enmarcado en una reducidísima parcela del amplio saber acumulado de la humanidad.

6-¿Preguntarse puede romper con la rutina aprendida?
Esta pregunta es muy vaga, a qué rutina se refiere... Creo que puede suponer el cuestionamiento para el principio de un cambio en aprendizajes interiorizados y convertidos en hábitos o rutinas, aunque claro hay que hacer las preguntas adecuadas y que vayan al meollo de la cuestión, a la raíz de esos conceptos y conductas...
La voluntad de cambio es esencial, no sólo bastan las preguntas, así como planificar estrategias con nuevas actitudes y ejercicios que encaminen a las conductas buscadas o al fin de las desechadas.

Aunque hay que decir, para no olvidar lo social, que es difícil romper algunas rutinas aprendidas por mucho cuestionamiento que se valga. Por ser obligadas, como el trabajo y pagar impuestos, o por ser problemático deshacerse de ellas ya que hacen referencia a convenciones y normas sociales más o menos estrictas.

7-¿Quién se pregunta halla respuestas a diferencia del que no se hace, que tal vez nunca se de cuenta de que no hay respuestas creyendo que las hay?
Aquí ya entramos en debates filosóficos a cerca de hallar la verdad o la propia verdad que nos llevarán a ningún lado ahora mismo. En la siguiente pregunta se centra más el tema.

8-¿Si no hay respuestas para qué preguntarse? ¿Quiere decirse que no hay respuestas absolutas, únicas, eternas sino múltiples y relativas?
Lo importante no es hallar las respuestas ya y cerrar la paraeta, las respuestas van viniendo y cambiando durante toda la vida tal vez, aunque eso depende del sistema de pensamiento del sujeto o cosmovisión; si es muy cerrado o si no se fía de las respuestas de un momento dado porque observa que según el contexto estas cambian a veces y son relativas.
Puede que nunca se acabe de hallar las respuestas a muchas preguntas pero lo importante es no parar de andar y de hacer camino, que tal vez sea ese el fin último de preguntarse; incitar al movimiento y la búsqueda. Qué mejor forma de vivir que no aferrarse ya de joven a una visión del mundo resuelta y construida por otros que nacieron antes que nosotros. Si no formar la nuestra propia según nuestra propia experiencia-empirismo (valga la redundancia) e investigación.

9-¿Quién no se pregunta nunca hallará la verdad?
Vivirá en la inopia, y tal vez sea un cerdo feliz y bien alimentado (de dogmas) camino del matadero osease el irremediable hoyo.
¿Y quién se pregunta la hallará alguna vez? ¿La verdad de que nunca hallará la verdad?

10-¿Es más feliz quién se pregunta? ¿Y más libre?

11-¿Preguntarse desarrolla la imaginación o la capacidad para tocar las partes?


...

16.1.07

bicho jugando

El otro día mirando fotos por el gran océano (o cubo de basura) que es internet, en absurdas e intrincadas búsquedas me encontré con esta simpática imagen. Foto llena de poesía y belleza que me ha seducido y merece ser posteada. ¡Mirad a este bicho, cómo juega con la caca!, no sabemos si por puro divertimento o con algún fin doméstico y/o culinario, desconozco las costumbres del pais de esta muchachita.